Se llama así a la adquisición de un producto o servicio que se desea probar, que no se conoce de antemano y que por lo tanto puede desembocar en un consumo ocasional o habitual, o simplemente no repetirse en el tiempo. Es lo que ocurre cuando aparece un nuevo producto o una nueva marca en el mercado.
En este caso, el consumidor asocia la experiencia de compra con la emoción. Se trata de vivir experiencias o probar productos nuevos. No suele ser fiel a las marcas.
En este caso, el ahorro es complicado, ya que suele ser una experiencia única que se ofrece en un lugar en particular. Aun así, también hay casos, dentro de este tipo de consumo, que se pueden meditar y comparar más para ahorrar. Si quieres irte una semana de viaje a la playa, puedes ahorrar con la elección del vuelo, de la fecha, del hotel…
Aquel que se realiza las primeras veces, generalmente por curiosidad y que puede suspenderse o avanzar hacia el consumo ocasional. No está exento de riesgos.