A esto se refiere quien habla de “compras nerviosas” o “compras impulsivas”, y suelen darse en los momentos previos a un gran evento de importancia política, social o histórica, o bien en los momentos inmediatamente posteriores. Son una forma de reacción defensiva de los consumidores, y suelen caracterizarse por hacer foco en bienes básicos y fundamentales, o en aquellos que corran riesgo de escasear.
Se genera cuando se realizan compras nerviosas ante un evento extraordinario en la sociedad o en la vida del comprador.